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Nuestro propósito en Rhema School es desarrollar el talento de nuestros estudiantes mientras son felices aprendiendo.

Por eso no nos enfocamos en contenidos ni memorización de información que ya está al alcance de una búsqueda en Google, sino en potencializar las fortalezas de los niños y en ayudarles a encontrar lo que les apasiona.

Es por eso que en lugar del binomio cuadrado perfecto, enseñamos la ecuación de la felicidad.

¿Qué significa eso? Ya te lo voy a explicar.

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¿Qué es la felicidad?

La felicidad no es una meta, no es algo que buscamos ni encontramos al final del camino del éxito. De hecho, el
“éxito” no es un pre requisito para la felicidad. Pero la felicidad sí nos ayuda a alcanzar el éxito en la vida.

La felicidad es nuestro estado natural. Mira a un bebé o a un niño pequeño. Siempre y cuando tengan sus necesidades básicas de comida, descanso y seguridad cubiertas, son felices. Incluso en los campos de refugiados donde hay pobreza extrema, los niños se ríen y juegan, porque ese es su estado natural, su “ajuste de fábrica” por decirlo de alguna manera.

Es como un celular que viene con ciertos ajustes cuando lo compras. Pero si borras algunas aplicaciones o descargas otras que no son compatibles, el celular deja de funcionar óptimamente. Es lo mismo con nosotros, pues de alguna manera fuimos entrenados para no ser felices. Quizás debamos aprender de los niños.

La Ecuación de la Felicidad

Vamos a hacer un ejercicio, una lista de felicidad. Completa esta frase con todas las cosas sencillas que se te ocurran:

Me siento feliz cuando ________________

Ejemplos: Me siento feliz cuando abrazo a mis hijos, cuando estoy viendo la naturaleza, cuando aprendo algo nuevo, cuando leo un buen libro, cuando veo a mis hijos felices, cuando voy de viaje, etc.

Ahora escoge entre esas cosas que escribiste cuales serian las tres primeras que más feliz te harían.

El sólo escribir esa lista te va a hacer feliz, pues te hace pensar en algo bueno y crea un sentimiento de agradecimiento.

Seguramente tu lista está compuesta de momentos sencillos de la vida. Si buscamos un patrón nos vamos a dar cuenta que la felicidad se da cuando la vida parece funcionar de la manera que queremos.

Te sientes feliz cuando la vida se comporta como tú quieres.

Y lo opuesto es verdad: somos infelices cuando la realidad no concuerda con nuestra esperanza ni nuestras expectativas.

Lo que significa que si percibes los eventos como iguales o mayores a tus expectativas, eres feliz, o al menos no eres infeliz.

Eso nos da entonces la siguiente ecuación:

FELICIDAD ≥ la percepción de los eventos en tu vida – las expectativas de cómo debe ser tu vida

Pero aquí está el truco: no es el evento el que nos hace infelices, es la forma en que pensamos acerca del evento que nos hace infelices.

Cuando cambiamos nuestra manera de pensar acerca de las cosas que nos pasan, podemos cambiar nuestros sentimientos y por ende, podemos ser felices sólo con cambiar nuestros pensamientos.

Hoy, más que nunca, debemos enseñarle a los niños a manejar bien sus expectativas y a pensar no en términos de gratificación inmediata, sino en controlar sus emociones.

En nuestra Aldea de Mindfulness, le damos a los chicos y chicas, las herramientas para que puedan aplicar esta ecuación. Por ejemplo, les enseñamos:

  • Inteligencia Emocional
  • Pensamiento Crítico
  • Toma de Decisiones
  • Paciencia y respeto por los demás
  • ¡Y mucho más!

¿Tus hijos son felices en su colegio? ¿Aman aprender y descubrir el mundo?

Si no es así, quizás es hora de que hagan parte de Rhema School Virtual. Date la oportunidad de conocernos con un día totalmente gratis en nuestras clases. Dale click aquí.

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