Muchos padres sueñan con que sus hijos sean felices, independientes y seguros.
Pero pocas veces pensamos en cómo enseñarles a manejar el dinero sin caer en los errores que nosotros mismos cometimos.
El problema no es el dinero, sino la mentalidad con la que lo aprendemos a usar.
Y la mayoría de los adultos, sin importar su nivel de ingresos, caemos una y otra vez en las mismas trampas financieras.
El reto es doble: aprender a evitarlas nosotros y enseñarles a ellos con el ejemplo.
1. Las trampas más comunes del dinero
Trampa #1: Vivir subiendo de nivel
Cuando ganamos un poco más, solemos gastar un poco más.
Nueva casa, nuevo auto, nuevo celular, vacaciones más caras, más lejos.
Eso se llama “creep de estilo de vida”, y nos aleja de la verdadera libertad financiera.
Cómo enseñarlo a tus hijos:
Muéstrales que la felicidad no crece con las cosas, sino con la libertad.
Si reciben una mesada o ganan algo vendiendo limonada, enséñales a ahorrar un porcentaje antes de gastarlo.
Ejemplo práctico: Si ganan $100, que ahorren $20. No importa la cantidad, sino el hábito.
El dinero sí te puede hacer feliz, pero no por el dinero en sí, sino porque te da libertad y opciones y eso trae felicidad.
Trampa #2: Vivir a crédito
Las tarjetas de crédito pueden ser útiles, pero son una trampa si se usan sin control.
Los intereses altos son el agujero invisible por donde se escapa la tranquilidad.
Los bancos sí saben cómo usar interés compuesto.
Cómo enseñarlo a tus hijos:
Explícales que el crédito no es dinero “gratis”, sino dinero prestado.
Pídeles que calculen cuánto costaría algo si tuvieran que pagarlo con intereses.
Así verán que las decisiones impulsivas cuestan más de lo que parecen.
Las tarjetas de crédito son increíbles si te dan millas o puntos que puedes cambiar por gasolina por ejemplo.
Pero debes pagarlas en full.
No dejes para después lo que puedes pagar ahora.
Trampa #3: No tener un plan
Sin un presupuesto, el dinero se va tan rápido como llega.
Y cuando llega una emergencia, la única opción es endeudarse.
Cómo enseñarlo a tus hijos:
Haz que participen en un “mini presupuesto familiar”.
Por ejemplo, si están planeando una salida o un regalo, pregúntales cuánto costaría, y cuál sería el plan para conseguirlo.
Igual, con las vacaciones, haz que ellos también ahorren para la salida de fin de año.
Que ustedes tenga “rendición de cuentas” o accountability el uno con el otro.
El dinero es una herramienta.
Así como un cuchillo puede hacer una receta muy deliciosa o un crimen espantoso.
Enseñarles desde temprano estos conceptos, te ahorrarás dolores de cabeza después.
2. Cómo formar hijos con inteligencia financiera
Enséñales a invertir tiempo y paciencia
El error más caro no es perder dinero, sino perder tiempo.
Cuando retrasamos el hábito de invertir, perdemos el poder del interés compuesto.
Lo mismo pasa con los niños: si no practican paciencia desde pequeños, les costará más esperar grandes recompensas en el futuro.
Cómo enseñarlo:
Enséñales a “esperar con propósito”.
Si quieren algo, propónles que ahorren durante varias semanas.
Así aprenderán que esperar también es ganar.
Fondo de emergencias: la lección más práctica
En la vida real, los imprevistos llegan sin aviso.
Un fondo de emergencia, aunque sea pequeño, enseña seguridad y responsabilidad.
Cómo enseñarlo:
Ayúdales a crear su propia “alcancía de emergencias”.
No tiene que ser dinero: puede ser tiempo (una hora libre para ayudar a otros) o favores (un compromiso de apoyar cuando alguien lo necesite).
El concepto es simple: estar preparados es mejor que estar preocupados.
El gasto emocional: el más invisible
Muchos adultos compran para calmar la ansiedad o llenar vacíos.
Y sin darnos cuenta, los niños nos observan y aprenden lo mismo.
Cómo enseñarlo:
Cuando quieran algo por impulso, enséñales a preguntarse:
“¿Lo quiero, o solo me emociona?”
“¿Es un antojo, como cuando quiero comer algo. O realmente lo necesito?”
También puedes usar el truco de las 24 horas: si todavía lo quieren al día siguiente, probablemente sí lo necesitan.
3. Lo que los hijos aprenden no con palabras, sino con el ejemplo
Los niños aprenden observando.
Si te ven frustrado por el dinero, aprenderán que el dinero da miedo.
Si te ven planificando, esperando y disfrutando, entenderán que el dinero es una herramienta para la libertad.
Si te ven, hablando mal de los que tienen dinero, van a pensar que el dinero es algo que no se debe desear.
No importa si tienen 5 o 15 años: cada vez que ven cómo manejas tus finanzas, están aprendiendo sobre cómo manejar su vida.
La educación financiera empieza en casa, pero se fortalece en el colegio.
En Rhema E-School enseñamos más que matemáticas
Los niños aprenden sobre emprendimiento, hábitos financieros y mentalidad de abundancia desde las primeras etapas.
No se trata de memorizar fórmulas, sino de aprender a pensar, decidir y actuar con propósito.
Si en el colegio de tu hija están enseñando principios financieros, quédate ahí: no muchos lo hacen.
Pero si no, toma un Rhema Day y descubre cómo en un colegio virtual bilingüe y con educación alternativa, tus hijos pueden aprender lo que realmente importa para el siglo XXI.
Diana Pineda es la creadora de Rhema E-School. Diana está estudiando un MBA en Marketing en la Universidad de Greenwich, Inglaterra. Es egresada de la Universidad Externado de Colombia en Finanzas y Relaciones Internacionales y especialista en Pedagogía y Didáctica de la Universidad de Medellín.
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