Cuando los niños son pequeños, todos son artistas.
Les encanta rayar, construir, cantar, mezclar colores, disfrazarse e inventar historias. No les da miedo crear. Su mente todavía está llena de preguntas, de emoción, de vida.
Pero algo pasa cuando crecen.
La escuela empieza a encasillarlos. A exigirles respuestas rápidas y silenciosas. A enseñarles que hay una sola forma de hacer las cosas bien.
Y así, poco a poco, muchos niños van apagando esa chispa creativa con la que nacieron.
En Rhema E-School no queremos que eso pase. Tú sabes que tu hijo no es de los que encaja en un molde.
Por eso creamos un modelo educativo diferente, donde el arte, la creatividad, la tecnología, el conocernos a nosotros mismos no se reduce a una hora a la semana y donde cada niño puede aprender según sus intereses, dones y ritmo.
A esa estructura le llamamos aldeas de conocimiento: espacios vivos de aprendizaje que forman parte de nuestra pedagogía TEAM —Tecnología, Emprendimiento, Artes y Mindfulness. Trabajamos las asignaturas obligatorias a través de diferentes disciplinas.
Nuestros estudiantes se agrupan por lo que les apasiona y por su desarrollo dentro de las asignaturas básicas como matemáticas (Cosmos) e inglés.
Queremos enseñarle a nuestros estudiantes que en la vida real nos relacionamos y trabajamos con nuestros pares y con otros. Darles la oportunidad de aprender a escucharse, ser pacientes y a respetar la palabra y el turno.
Con estas aldeas, comenzamos a darles una educación con sentido.
Aldea de Tecnología: Dominar las herramientas, no temerlas
La tecnología no es el enemigo. El enemigo es no saber usarla.
Mientras muchos colegios prohíben dispositivos y restringen su uso en clase, en Rhema E-School enseñamos a usar la tecnología con propósito: para crear, resolver problemas y prepararse para el futuro.
Muchos de nuestros estudiantes aman la tecnología y nosotros como institución educativa queremos ayudarles a que desarrollen sus dones y talentos.
En la Aldea de Tecnología, los estudiantes, no sólo estudian programación, sino que:
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Exploran herramientas digitales que van desde diseño gráfico hasta la realidad aumentada.
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Aprenden pensamiento lógico, programación y creación de videojuegos.
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Conocen el impacto de la ciencia en la sociedad.
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Practican habilidades digitales relevantes para el mundo actual.
A través de juegos como Minecraft, herramientas de realidad virtual, entre otros, los jóvenes aprenden a resolver problemas, a tener resiliencia al intentar lo mismo una y otra vez hasta lograrlo y les desarrolla la creatividad al tomar una idea vaga y volverlo algo efectivo y real
Uno de nuestros estudiantes diseñó su casa ideal con software 3D para luego presentarla en la feria STEAM.
Y luego están historias como la de Carlos Calzadilla y Santiago Moyano, dos estudiantes de Rhema que, sin experiencia previa, decidieron crear su propio videojuego como un reto personal.
Lo llamaron Isolated Death, un shooter frenético con:
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Criaturas y modelos 3D avanzados.
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Animaciones realistas con estilo cinematográfico.
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Una banda sonora original compuesta por ellos mismos en Bandlab.
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Zombies aterradores, veloces, difíciles de vencer, inspirados en Guerra Mundial Z.
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Y un mundo narrativo diseñado con la complejidad de juegos triple A como Call of Duty o Battlefield.
Este tipo de proyectos no salen de una hoja de ejercicios.
Estas ideas nacen cuando se le da a un niño la libertad para explorar lo que le apasiona, el tiempo para desarrollar habilidades reales y el acompañamiento de una comunidad que cree en su capacidad. Todo esto les ayuda a pensar como innovadores.
En Rhema, nuestros estudiantes no son consumidores de tecnología. Son creadores. Innovadores. Arquitectos de su futuro digital.
Aldea de Emprendimiento: pensar como creadores, no solo consumidores
En un mundo que cambia tan rápido, el emprendimiento ya no es sólo una opción. Es una mentalidad. Una forma de enfrentar la vida con creatividad, resolución y propósito.
En la Aldea de Emprendimiento de Rhema E-School, los estudiantes no solo aprenden sobre negocios y educación financiera. Aprenden a creer en sus ideas, a resolver problemas reales y a construir algo desde cero.
Aquí aprenden a:
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Formular una idea y convertirla en producto o servicio.
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Elaborar presupuestos y calcular costos.
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Diseñar su empaque, marca y materiales publicitarios.
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Crear contenido para redes sociales.
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Vender, presentar y hablar con seguridad.
Y lo más importante: lo practican en la vida real.
Matilda Forero aprendió a preparar sushi y lo vende a familiares y vecinos.
Jerónimo Pérez creó un emprendimiento de origami y comercializa sus figuras en ferias en Bogotá.
Carlos Rojas, experto en modelado 3D con plastilina, vende sus figuras al público, combinando arte y negocio.
Otra de nuestras estudiantes diseñó una línea de velas aromáticas hechas en casa. Aprendió a hacer su logo, escribir una descripción del producto y presentar su pitch. Hoy las vende con el apoyo de su familia.
Aunque no todos los estudiantes de Rhema serán emprendedores, todos se benefician de pensar como uno:
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Detectar oportunidades.
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Perseverar cuando algo no funciona.
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Comunicar ideas con claridad.
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Desarrollar una marca personal.
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Adaptarse a un mundo que exige pensamiento creativo y solución de problemas.
En Rhema, no enseñamos a repetir respuestas. Enseñamos a crear soluciones.
Aldea de Artes: cuando crear es aprender
En Rhema E-School, el arte no es una clase suelta, es una forma de pensar. Es un canal para expresar emociones, explorar ideas y conectar lo que sentimos con lo que sabemos.
Por eso, en la Aldea de Artes, los estudiantes viven una experiencia completa:
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Pintura, escultura, literatura, arquitectura, fotografía, música y cine.
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Retórica y expresión oral para comunicar con impacto.
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Escritura creativa, cursiva y lettering para redescubrir la belleza de escribir.
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Historia del arte y diseño gráfico.
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Agricultura como forma de arte: cultivar plantas, crear espacios vivos, conectar con la tierra.
Aquí, los estudiantes no se limitan a copiar una técnica. Se convierten en creadores de experiencias.
Juan Felipe Palacios construyó un puente elevado que sube y baja usando agua y mangueras a presión: ingeniería con alma de artista.
Juan Valladares compuso su primera canción original —puedes escucharla aquí.
Daniel Garzón usó inteligencia artificial para crear su melodía, combinando tecnología y sensibilidad artística.
Sofía Alzate Gil fue más allá de un cuadro: creó una escultura interactiva con sensor de sonido, donde un LED representa una emoción. Un proyecto que une pintura, electrónica, narrativa y propósito personal.
En la Aldea de Artes, la creatividad no tiene edad ni límite. Y mucho menos fecha de caducidad.
Aquí se siembra una semilla que muchos sistemas escolares olvidan regar: la confianza de que lo que imaginas, puedes crearlo.
Aldea de Mindfulness: conocerse a sí mismos para vivir con propósito
Muchos niños aprenden a sumar, escribir y memorizar fechas históricas… pero no aprenden a respirar. No aprenden a reconocer sus emociones, a identificar lo que sienten, a detenerse antes de reaccionar.
En Rhema E-School, eso no es opcional. Lo emocional también se entrena.
Por eso, en la Aldea de Mindfulness, los estudiantes aprenden a:
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Observar sus pensamientos y emociones sin juzgarse.
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Entender cómo se siente su cuerpo y qué necesita.
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Hablar de lo que les pasa por dentro.
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Practicar la empatía, el perdón, la gratitud y el enfoque.
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Cultivar su presencia, su atención y su identidad personal.
Esta aldea es el corazón de Rhema.
Aquí sembramos habilidades que no sólo hacen mejores estudiantes, sino mejores seres humanos: más tranquilos, más compasivos, más conscientes.
“En una clase de Mindfulness, un estudiante dibujó cómo se sentía por dentro. En lugar de usar palabras, usó colores. Al final, dijo que nunca se había entendido tanto a sí mismo.”
“Otro día, un niño diseñó una tarjeta que decía ‘Breathe Ikal’ para recordarse a sí mismo que podía respirar cuando se enojaba.”
Y aunque muchas escuelas relegan el bienestar emocional a una charla ocasional, en Rhema es una materia con peso propio.
Porque cuando un niño aprende a conocerse, se prepara para todo lo demás.
Una educación viva para niños que quieren algo más
En Rhema E-School no hemos eliminado las asignaturas tradicionales —las hemos reimaginado.
Nuestros estudiantes también ven matemáticas, lectura y escritura, ciencias sociales y naturales y hasta educación física, pero lo hacen desde un enfoque práctico, humano y significativo.
Además, el inglés está presente todo el año, no como materia decorativa, sino como herramienta real para comunicar, explorar e investigar.
Incluso tenemos grupos completamente en inglés, para quienes quieren vivir una experiencia bilingüe o se preparan para un mundo global.
Todo esto, combinado con nuestras aldeas de conocimiento y la pedagogía TEAM —Tecnología, Emprendimiento, Artes y Mindfulness—, hace de Rhema una escuela única.
Un lugar pensado para los niños que no encajan en moldes. Para las familias que no se conforman con lo de siempre. Para quienes saben que memorizar y repetir no es lo mismo que aprender.
Rhema es una escuela alternativa, sí. Pero también es una escuela completa. Con visión, con corazón y con propósito.
Porque si el mundo ya cambió, ¿por qué seguimos educando como antes? Es hora de ayudar a nuestros hijos a desarrollar las herramientas que realmente necesitan para crecer, crear y vivir en el siglo 21.
Agenda tu Rhema Day hoy mismo y descubre una forma diferente —y real— de aprender.
¿Quieres leer nuestro libro acerca de la educación alternativa? Aquí está el primer capítulo.
Diana Pineda es la creadora de Rhema E-School. Diana está estudiando un MBA en Marketing en la Universidad de Greenwich, Inglaterra. Es egresada de la Universidad Externado de Colombia en Finanzas y Relaciones Internacionales y especialista en Pedagogía y Didáctica de la Universidad de Medellín.
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