No basta con decirles “haz lo que creas que es mejor”, porque la toma de decisiones no es algo que nace completamente formado en los niños.
Desde la psicología del desarrollo sabemos que:
- Los niños más pequeños dependen mucho de nosotros para valorar opciones, prever consecuencias y gestionar emociones.
- Su cerebro aún está en construcción: en la adolescencia los circuitos de emoción (“amígdala”) tienen más peso que los de razonamiento lógico (“corteza prefrontal”).
- Si los padres no preparan un entorno donde elegir sea parte de la rutina y no sólo un desenlace impuesto, los hijos aceptan pasivamente decisiones ajenas y luego les cuesta hacerse cargo de las suyas.
Entonces, para los padres, enseñar a decidir no se trata sólo de darles «la libertad de elegir».
Se trata de guiarlos, acompañarlos y crear un marco seguro donde pequeñas decisiones lleven a prácticas mayores.
Cuando tu hijo o hija tenga que escoger entre dos actividades extra-curriculares, en lugar de decir “escoge esto”, podrías decir:
- “Aquí tienes dos opciones: ir al fútbol o a pintura. ¿Qué te gustaría probar? ¿Qué crees que disfrutarías más?”
- Luego: “¿Y si lo pruebas durante un mes y luego lo evaluamos juntos cómo te sientes?”
Así les estás dando poder, pero también límites y acompañamiento.
Tres “habilidades de decisión” que los niños deben aprender (y cómo tú puedes acompañarlos)
Aquí te dejo tres habilidades que conviene cultivar con tus hijos.
1. Anticipar consecuencias
La capacidad de pensar “si hago esto pueden pasar estas cosas, o aquello,” es clave.
En niños más pequeños esta habilidad aún es limitada.
Qué puedes hacer tú: cuando haya una decisión (por ejemplo “¿cómo gastarás tu dinero de la mesada?”) pregúntale:
- “¿Qué podría pasar si guardas la mitad y gastas la otra mitad?”
- “¿Y si lo gastas todo ahora? ¿Y si esperas una semana más?”
Esto los hace pensar, no sólo reaccionar.
2. Reconocer la emoción en la decisión
La ciencia muestra que la emoción juega un papel enorme en cómo decidimos.
No siempre razonamos «fría y lógicamente».
Qué puedes hacer tú: enséñale frases como:
- “¿Te sientes entusiasmado porque te gusta mucho, o porque todos tus amigos lo van a hacer?”
- “Si lo haces contento pero mañana te arrepientes, ¿cómo te sentirías?”
De este modo desarrollan conciencia emocional.
3. Asumir responsabilidad y aprender del error
Tomar decisiones incluye aceptar que algunas no serán perfectas.
En estudios de desarrollo infantil se habla de “participación” más que “obedecer” para que los niños internalicen sus elecciones.
Qué puedes hacer tú: cuando algo no salga como esperaba:
- En lugar de culparlos, pregunta: “¿Qué aprendiste de esta decisión?”
- “¿Qué harías diferente la próxima vez?”
Así transformas el error en aprendizaje.
Cómo crear un sistema de decisiones en casa
Aquí te dejo una mini-rutina que pueden aplicar como familia (versátil para distintos rangos de edad).
La idea es repetirla con regularidad para generar hábito.
a. Mini-decisión diaria
Todos los días o cada par de días, permite que tu hijo elija entre 2-3 opciones.
Por ejemplo, qué fruta comer, qué juego jugar, qué tema de lectura elegir.
Hazlo firme (“esta vez tú decides”) y luego revisa juntos.
b. Decisión planificada
Semanalmente o cada dos semanas, elige una decisión con más peso.
Por ejemplo: “¿qué actividad extra haremos este mes?”, “¿cómo dividiremos la mesada?”
Haz el paso de anticipar consecuencias + emoción + responsabilidad (ver sección 2).
c. Revisión y reflexión
Al final del periodo (podría ser el fin de mes o tras la decisión mayor) reúnanse para hablar.
“¿Cómo salió la decisión?”, “¿Qué aprendimos?”, “¿Qué haremos diferente?”
d. Modelo visible del padre/madre:
Tus propias decisiones cuentan.
Si los niños ven que planeas, reflexionas y aceptas tus errores, interiorizarán que decidir es un proceso, no sólo elegir rápido.
e. Incremento gradual de autonomía
A medida que crecen, deja que decisiones más complejas sean suyas.
Por ejemplo, la elección de un proyecto para el colegio, ahorro a largo plazo, estudiar una carrera en el futuro.
No te olvides de dejarlos decidir, pero siempre con tu acompañamiento.
En Rhema E‑School como modelo de educación alternativa no sólo enseñamos conocimientos, sino “cómo pensar, decidir y actuar con propósito”.
Cuando los hijos aprenden a decidir, su protagonismo crece: pasan de seguir instrucciones a tomar su camino.
Esa es la meta.
¿Quieres tomar una decisión informada hoy?
Diana Pineda es la creadora de Rhema E-School. Diana está estudiando un MBA en Marketing en la Universidad de Greenwich, Inglaterra. Es egresada de la Universidad Externado de Colombia en Finanzas y Relaciones Internacionales y especialista en Pedagogía y Didáctica de la Universidad de Medellín.
Comentarios de Facebook